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Parasitólogos veterinarios que resuelvieron 2 casos de medicina humana

La dermanisosis se considera una enfermedad profesional en la industria avícola. Los ácaros atacan al ser humano cuando son demasiado numerosos y los granjeros, los trabajadores de las granjas o los visitantes no están debidamente protegidos. En las zonas urbanas, el parásito puede infestar a los humanos cuando los nidos de aves se encuentran muy cerca de edificios residenciales, como en balcones, áticos o detrás de aparatos de calefacción/aire acondicionado exteriores.

Cuando los polluelos emplumecen y abandonan el nido, las aves suelen dejar ácaros que buscan huéspedes alternativos, incluidos los humanos. Los ácaros pueden atravesar fácilmente las ventanas en cualquier momento del día y del año; principalmente a finales de primavera, principios de verano y otoño.

Sintomas

Las víctimas humanas de la sarna presentan una dermatitis similar a la sarna con lesiones maculopapulares o papulovesiculares eritematosas, erupciones eritematosas, pequeñas pápulas y ampollas, placas de urticaria y eritema y, a veces, muestran una marca punzante central visible. Estas lesiones suelen aparecer en varias partes del cuerpo, como los brazos, las manos, el tórax y las piernas, pero también en el conducto auditivo externo y el cuero cabelludo.

Se han notificado ataques humanos principalmente durante el día en lugares de trabajo y domicilios particulares. Los síntomas pueden persistir durante mucho tiempo sin un diagnóstico preciso.

Colaboración con los veterinarios

Los autores presentan dos casos de angioedema inducido dérmicamente en dos trabajadores sanitarios de un hospital, donde la infestación estaba relacionada con aparatos de aire acondicionado exteriores, colonizados por palomas. En el examen clínico, los pacientes presentaban dermatitis con numerosas pápulas eritematosas y lesiones similares a la urticaria. Los autores señalan que ambos pacientes declararon haber visto pequeñas criaturas en sus escritorios y ordenadores mientras trabajaban, lo que llevó al alergólogo encargado de los casos a solicitar que su consulta fuera inspeccionada por parasitólogos veterinarios para localizar la posible fuente de infestación.

Tras consultar con veterinarios, se determinó que los dos ácaros eran Dermanyssus gallinae. Recomendaron retirar los nidos vacíos de palomas y realizar una desinfestación ambiental por una empresa especializada. La unidad de aire acondicionado de la habitación se protegió con elementos disuasorios adicionales contra las palomas, lo que impidió que siguieran anidando, y el lugar de trabajo se sometió a dos ciclos de fumigación con piretroides; no se permitió el acceso durante 48 horas después de cada ciclo. Una vez finalizados estos procedimientos, los dos pacientes volvieron a trabajar en su oficina sin que se registraran nuevos ataques. La regresión completa de los síntomas se produjo en 7-8 días.

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