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Hablemos de Toxoplasma Gondii

Existe un parásito microscópico que hiela la sangre de las mujeres embarazadas con solo mencionar su nombre “Toxoplasma gondii” y no es para menos, la toxoplasmosis es una de las zoonosis (Enfermedades trasmitidas de los animales al humano) más comunes en el mundo. Se calcula que el 30% de la población mundial es portadora de este parásito. En Colombia se calcula que el 60% de la población lo es. Si bien la infección está ampliamente distribuida, su morbilidad es muy baja (Muy pocas personas enferman) pero debido a la aparición de enfermedades inmunosupresoras como la Leucemia y el sida la infección ha cobrado relevancia. Aunque la mayoría de las personas que se infectan con Toxoplasma no sufren molestia alguna, en los pacientes con enfermedades inmunosupresoras, se puede reactivar la enfermedad e inclusive ocasionar la muerte.

El gato ¿héroe o villano?

Aunque el gato ha sido implicado y tristemente satanizado como la única fuente de contagio de la toxoplasmosis, la verdad es que la convivencia con gatos, especialmente gatos adultos no es la principal fuente de contagio. En varios estudios de casos y controles llevados a cabo en diferentes partes del mundo se ha establecido que la principal fuente de contagio es el consumo de carnes crudas o poco cocidas principalmente de: cordero, cerdo, y res. En segundo lugar, el consumo de agua contaminada con huevecillos del parásito o de legumbres crudas; y solo en tercer lugar se ubica como posible fuente de contagio, la convivencia con gatos menores de 6 meses. Cuando una mujer embarazada consulta con el médico, la primera recomendación es no estar en contacto con gatos. Esto tristemente ocasiona el abandono de los pobres felinos, por tanto, es bueno aclarar que: “LOS GATOS ADULTOS NO TRASMITEN LA TOXOPLASMOSIS” y esto puede explicarse de la siguiente manera:

  1. Los gatos adquieren la infección cuando son menores de 6 meses, a los pocos días de infectarse comienzan a eliminar ooquistes (huevecillos) en sus heces, lo cual ocurre una vez en la vida del animal y dura entre 7 y 21 días.
  2. La principal forma de contagio (hasta el 98%) de los gatos es el consumo de roedores o pajarillos contaminados, lo cual es poco probable en los hogares modernos.
  3. Para poder ser infectantes los ooquistes deben madurar entre 24 y 48 horas después de ser expulsados. En una casa con higiene normal los areneros se limpian cada 12 horas.
  4. El 98 % de los gatos mayores de un año de edad, tienen anticuerpos protectores contra toxoplasmosis y no expulsan ooquistes en sus heces.
  5. Dicho lo anterior es casi imposible que un gato adulto pueda ser transmisor de toxoplasmosis, mucho más si el gato es positivo al parásito porque esto significa que la fase de eliminación de ooquistes ocurrió hace mucho tiempo y no se va a repetir nunca, por lo que no sería un riesgo para la salud humana.

¿Qué otros animales pueden transmitir la toxoplasmosis?

Popularmente se habla de la presencia de excrementos de palomas, conejos y otros roedores como factor de riesgo para la transmisión de la infección por Toxoplasma, lo cual carece de fundamentos, solo el gato al ser el huésped definitivo del parásito es capaz de producir los ooquistes que son una de las formas de infección en el humano (recordemos que la eliminación de ooquistes solo ocurre una vez en la vida de los gatos). Sin embargo, cualquier animal de sangre caliente incluidas las aves, pueden ser portadores de quistes tisulares y si un humano consume su carne poco cocida se dará lugar a la infección por Toxoplasma. Por ejemplo se sabe que en Santander donde el consumo de cabrito es habitual, la contaminación por toxoplasma es más frecuente que en otras regiones del país. Lo mismo se puede decir de algunas regiones de la costa, donde se consumen cerdos criados en libertad.

Para tener en cuenta…

  1. Evitar el consumo de carnes crudas o poco hechas, especialmente de cordero y de cerdo.
  2. Evitar consumir agua del grifo, sobre todo en algunas ciudades donde la calidad del agua no es la mejor, es preferible tomar agua envasada. En un estudio de factores de riesgo realizado en Armenia en el 2005, tomar agua envasada se consideró como un factor protector.
  3. Evitar el consumo de frutas o verduras crudas o mal lavadas, que pueden contener el parásito.
  4. Evitar que mujeres en estado de embarazo o niños pequeños se encarguen de la limpieza de las cajas de arena de los gatos, especialmente si estos son menores de 6 meses.
  5. Limpiar frecuentemente las cajas de arena para evitar la maduración de ooquistes en caso de que los hubiera. Especialmente cuando hay gatitos menores de seis meses.
  6. Se puede limitar o suprimir la “fase de eliminación de ooquistes” en gatos pequeños a través del suministro de toltrazuril (Tolzucox®) trimestralmente hasta que alcancen el año de edad.

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