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Nutrición, el primer paso en dermo-terapia en perros y gatos

Por: Laureano Rodríguez Beltrán, quien es Médico Veterinario de la U. Nacional de Colombia, ha dedicado gran parte de su profesión a la Dermatología Canina y Felina, siendo pionero de dicha especialidad en Colombia. Además, es Socio Fundador y Actual Presidente de la SLDV Sociedad Latinoamericana de Dermatología Veterinaria; Ex Presidente Fundador de ACDV Asociación Colombiana de Dermatología Veterinaria; socio activo de SBDV Sociedad Brasilera de Dermatología Veterinaria, contando así, con más de 6 lustros en la práctica exclusiva Dermatológica.

En Medicina Veterinaria, muy pocas enfermedades dermatológicas escapan al influjo e impacto de una incorrecta o deficitaria fuente alimentaria. La correcta y balanceada nutrición es una condición sine qua non para el funcionamiento normal, estabilidad y mantenimiento de una piel y pelo óptimos tanto en perros como en gatos, al igual que humanos y en general, en todas las especies de mamíferos.

Manifestación de patologías

La salud dermatológica es el mejor indicador del equilibrio o desequilibrio fisiológico orgánico interno. La mayoría de las patologías orgánicas, por no decir todas, se manifiestan de alguna forma en el estado de integridad o alteración de la piel y/o cualquiera de sus anexos (pelo, uñas, etc).

Las patologías orgánicas, por no decir todas, se manifiestan de alguna forma en el estado de integridad o alteración de la piel y/o cualquiera de sus anexos (pelo, uñas, Etc).

Los cambios se manifiestan desde los más sutiles en la calidad y apariencia del pelo y la piel en niños, perros y gatos, son el primer mensaje orgánico de estrés nutricional o incompleto aporte de nutrientes básicos, iniciando por el deficitario aporte de proteínas de adecuado valor biológico, no solo en calidad y sino en cantidad.

Existen patologías sistémicas tales como: Desordenes hormonales, alteraciones metabólicas, renales, hepáticas, pancreáticas, neoplásicas, sólo por mencionar un grupo importante y muy representativo de la realidad clínica, son ejemplo de las expresiones en el pelo y en la piel de los pacientes (perros y gatos) que las padecen. En las mujeres gestantes (sin tratarse de una enfermedad) se produce pérdida incrementada del cabello y pigmentaciones cutáneas (faciales), por impacto nutricional y influjo hormonal.

Uno de los primeros signos de alteración orgánica con expresión cutánea y/o por desorden primario de la piel, es la deshidratación – piel seca, descamativa (xerosis o xerodermia), condición que cuando no es controlada adecuada y tempranamente, conducirá inevitablemente a la pérdida (caída) del pelo, inicialmente con o sin picor cutáneo. Cuando la descamación induce picor (prurito), ocasionará mayor y más acelerada decalvación (hipotricosis, alopecia focal, difusa o a veces generalizada).

Es por todo lo anteriormente mencionado, que se le debe aconsejar a los propietarios que sean cuidadosos para que puedan identificar tempranamente la óptima salud o inicio de enfermedad en su perro o gato al observar cambios en el estado y condición de su piel y/o pelo, y así, buscar tempranamente la asesoría y consejo del profesional Médico Veterinario.

La nutrición es clave

El suministro de alimentos de baja o deficiente calidad y balance, indefectiblemente es causal de graves desórdenes nutricionales que van a generar alteraciones cutáneas, cuya expresión tendrá diversidad signológica, acorde con el tiempo de consumo y el grado de subnutrición inducido.

Son muchos y muy variados los productos alimentarios que se ofrecen a los propietarios de animales de compañía, pero así, como se comercializan alimentos de muy alta calidad, existen y se venden otros cuya calidad es abiertamente cuestionable y si se quiere comprobable. Existen y se mercadean alimentos de calidades: excelente, buena, regular, mala y coloquialmente hablando “de perversa calidad”. También están los otros que como moda o lo que es peor por tendencia, se agrupan dentro de las denominadas genéricamente dietas BARF, o alimentos crudos u otros que anuncian como precocidos.

La actual tendencia a confundir y asumir que los perros y gatos pueden y además deben ingerir dietas similares a las humanas, parte de una premisa absolutamente inexacta y equivoca. En algunos casos por el total desconocimiento, de las bases científicas y de las reales necesidades nutricionales de estas especies animales, o en otros, movidos por el interés primario y la avidez por las ingentes utilidades que derivan de esta mal sana, errada e indebida actividad comercial.

Por si parecieran no suficientes las razones científicas nutricionales, que dictan a la ética médica la conducta de desestimular y proscribir dicha moda y/o tendencia, adicionalmente observamos que aquellos especialmente que se mercadean y contienen fuentes proteicas crudas (casi siempre de muy pobre valor biológico), además constituyen amenaza potencial y real a la salud pública. Es este, un mensaje de alerta y prevención que se les debe dar a los propietarios de animales de compañía, pues son bien intencionados, pero desinformados y asaltados en su buena fe.

Como producto del indiscriminado suministro de ese tipo de “alimentos” a los perros y gatos, los Médicos Veterinarios hemos venido observando con mayor frecuencia y por obvias causas, imbalances y/o deficiencias nutricionales, pero lo que es más grave son las enfermedades emergentes y re-emergentes, (derivadas de fuentes alimenticias crudas y contaminadas).

Las necesidades nutricionales de personas, perros y gatos son absolutamente dispares, por ello pretender asimilarlos a los humanos, constituye craso error y muestra del desconocimiento de las mínimas nociones de nutrición. Dice con sabiduría el proverbio popular: “La ignorancia conlleva per se, particular osadía”.

Como referencia, podemos observar que el balance nutricional es absolutamente diferente para humanos, perros y gatos. En lo que respecta a Proteína: es 15%, 25% y 35%, en cuanto a Carbohidratos: 55%, 45% y 30% respectivamente y en calorías totales: 2000, 960 y 220 como promedio poblacional en las tres mencionadas especies.

Querer a los animales en general y a los de compañía en particular, dista mucho de humanizarlos. La mejor manifestación de afecto y aprecio por ellos es RESPETARLOS en su esencia, sin pretender o intentar modificarla.

Cada vez hay más evidencias médicas que ratifican, que aún las dietas completas y científicamente balanceadas, son insuficientes y requieren de suplementos (científicamente formulados) para mantener y modular la correcta actividad del sistema defensivo en los individuos, (sistema inmunológico), pero en tal forma, que resulte en su óptimo y apropiado funcionamiento, sin inhibirlo o sobreestimularlo.

Con la anterior observación basada en evidencia médica, podemos inferir el mayor riesgo en que se encuentran los animales de compañía, sometidos al consumo de dietas de mala, pobre calidad o simplemente no balanceadas, que se anuncian, mercadean y promueven por parte de empíricos, neófitos o simplemente osados comercializadores.

La más sana y segura decisión, en beneficio de los animalitos de compañía: perros y gatos, radica en aconsejarle a sus propietarios el suministro de dietas de la más alta calidad, balanceadas, producidas y respaldadas por industrias tradicionales, serias, responsables, dedicadas a la nutrición animal, con prolongada experticia y a cuyo servicio tienen equipos humanos completos, integrados por verdaderos y certificados profesionales de la nutrición.

Sólo es uno de los muchos pacientes impactados por dietas inadecuadas. ANTES y DESPUES, de un correcto Diagnóstico y Tratamiento.

Incluida la sustitución de una dieta de mala calidad consumida durante meses, por una balanceada y óptima alimentación.

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