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Fotografía: Cortesía Pixabay

Cómo explorar y entender a los felinos

Fotografía: Cortesía Dr. Alejandro Paludi

En muchas ocasiones tengo que dar clases en diferentes lugares, no sólo dentro de mi país sino además en muchos lugares en todo América.

Muchos de mis colegas comentan lo difícil que les resulta trabajar en gatos y lo difícil que se les hace aplicar los conocimientos que adquieren de libros o textos norteamericanos o europeos.

A veces, además como son congresos de real importancia pretenden que trate temas de actualidad o más complejos y al hacerlo, noto al instante en las caras de muchos colegas que están fuera del tema y que no pueden aprovechar lo que se les está diciendo porque les faltan conocimientos básicos respecto al manejo del gato.

La epidemiología en la clínica de gatos

Cuando leemos mucha teoría sobre el gato, en la mayoría de los casos la realidad nos supera. Cuando empiezo de cero a enseñar a mis alumnos de grado, les explico que es necesario hacer epidemiologia, que consta de:

  • Hacer un diagnóstico de la situación y del lugar donde estamos trabajando.
  • Saber cómo es el entorno de nuestros pacientes y cuáles son las patologías más frecuentes de la zona.
  • Cómo son la mayoría de los propietarios.
  • Clasificar a los propietarios como responsables, medianamente responsables o irresponsables.
  • Saber cómo son las viviendas del lugar.
  • Qué tipo de alimentación reciben.
  • Saber si reciben vacunación
  • Entre otros.

La epidemiología es fundamental en la clínica de gatos porque en muchos casos para ser clínico nos basamos en estadísticas, las estadísticas son el primer paso que tenemos en cuenta para acercarnos a un diagnóstico.

En gatos sin embargo una de las principales premisas es saber si el gato es estrictamente familiar, si vive en una vivienda aislada, si puede tener comunicación con otros gatos y si sus gatos vecinos son gatos de familias cuidados o son gatos callejeros o semisalvajes.

Tipos de gatos

Fotografía: Cortesía Pixabay

Otro punto a tener en cuenta es si el gato es entero o está castrado, sobre todo en machos. ¿Por qué estas premisas?, muy sencillo, en este momento podemos dividir a los gatos en dos grandes grupos.

  1. Gatos que están bien cuidados, vacunados, esterilizados, que tienen alimentación de buena calidad y que no tengan contacto con otros gatos sobre todos gatos no controlados o enteros.
  2. Gatos que están en malas condiciones nutricionales, sin controles, sin vacunación y sin vigilancia por parte de sus dueños.

El último grupo es el más complicado para que logre ser atendido por un veterinario puesto que, sus propietarios poseen poca información dado que no son atentos a los detalles de sus gatos o también porque los gatos pasan mucho tiempo fuera de su hogar, orinan y defecan fuera de sus bandejas sanitarias, pueden comer en otros lugares o depredar y pueden haberse peleado con otros gatos o con otros animales.

Cuando le preguntamos detalles como, por ejemplo: De qué manera come, si orina bien, si vomita, cuánto hace que lo ve mal, la mayoría de las veces el propietario nos brindan poca información. Debemos además agregar la parte más complicada que es cuando debemos revisarlo, a veces ni siquiera lo podemos sacar de su transporte. Por supuesto menos auscultarlo, abrirle la boca, ni que decir de sacar sangre o hacer revisiones exhaustivas.

Los gatos familiares son más dóciles y sus dueños nos brindan información valiosa para poderlos examinar.

Enfermedades infectocontagiosas

Las enfermedades infectocontagiosas más complicadas en el gato son principalmente la Leucemia felina y la Inmunodeficiencia felina, ambos virus se transmiten de gato a gato por contacto directo, por eso cuando decimos que están en contacto con otros, forman un grupo especial de gatos sospechosos porque no están libres de contagiarse y en muchos casos la inmunodeficiencia felina se podría considerar una enfermedad de origen sexual ya que la mayoría de las veces se contagia por peleas entre machos enteros.

Estas enfermedades producen básicamente una inmunosupresión que se traduce en un cambio de parámetro estadístico del gato, es como otra especie, ya su sistema inmunológico que lo caracteriza por ser un animal extremadamente sano lo convierte en un animal vulnerable y con posibilidades de morir.

El gato gana adeptos en todas las líneas, en propietarios que revalorizan el tener un gato bueno, predecible, cariñoso y sabe que es posible tener una mascota así y en veterinarios que saben del tema saben informar y se adaptan a las diferentes situaciones que plantea esta especie tan compleja.

Una medicina diferente

Cuando enseño, me tengo que olvidar que la mayoría de mis pacientes son gatos de raza, buenos e incapaces de mostrar signos de agresión. Siempre recuerdo que la mayoría de mis colegas trabajan con gatos complicados, con dueños que no quieren gastar mucho y que cuentan con pocas herramientas.

La medicina felina es distinta, difícil y una de las cosas que la hace difícil son los mismos gatos, durante muchos años en reuniones de criadores comentaba que si bien, ellos crían por belleza lo que deberían hacer es criar en busca de gatos dóciles y manejables; no me equivoqué, indudablemente hoy en día la mayoría de los gatos de raza que se crían seriamente son animales que no se parecen en nada a los gatos que corren por los refugios, es otro paciente…

No solamente en los animales de raza se logra gatos dóciles, manejar con criterio y mucho amor a cachorros, en la mayoría de las veces logramos futuras mascotas sumamente dóciles y por supuesto los propietarios que tienen mucho contacto con sus gatos y le dan todo su cariño son nuestros pacientes preferidos.

En gatos la EPIDEMIOLOGÍA es básica, aprender de las enfermedades locales, conocer a nuestros clientes y saber interpretar a los gatos como pacientes son unas de las claves del éxito para ser un buen clínico de gatos.

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