Vanesa López Ayala: la mujer que lidera con ciencia, empatía y coraje en la industria de mascotas

Vanesa López Ayala no solo es médica veterinaria zootecnista de la Universidad de Caldas. También es especialista en Bienestar Animal y Etología Clínica de la Universidad Agraria y máster en Etología de Animales de Compañía. Pero su hoja de vida académica, impecable y robusta, es apenas la puerta de entrada a una historia mucho más profunda: la de una mujer que ha hecho de la ciencia un acto de ternura, de la empatía una herramienta clínica, y del liderazgo un puente entre humanos y animales.

Amazing Vet: una clínica pensada desde el bienestar

En el corazón del Eje Cafetero, Vanesa fundó Amazing Vet, la primera clínica en la región con un modelo de manejo completo de bajo estrés. Su propuesta va más allá de un consultorio con buena ambientación o aromas relajantes. Es una filosofía de trabajo donde cada detalle —el trato, el tono, la postura, los protocolos— está diseñado para reducir el miedo, la ansiedad y el estrés en los animales de compañía.

¿Por qué esto importa?
Porque cada consulta veterinaria debería ser una oportunidad para cuidar, no solo tratar.

Claves del enfoque de bajo estrés que aplica Vanesa:

  • Adaptación del entorno físico al comportamiento animal
  • Evita sujeciones innecesarias o invasivas
  • Uso de refuerzos positivos, no castigos
  • Entrenamiento constante del equipo clínico en lectura corporal y señales de estrés
  • Intervenciones cortas y planificadas, priorizando el vínculo humano-animal

De la etología al alma del gremio

Vanesa defiende algo que muchos profesionales olvidan entre fórmulas, vacunas y recetas: la etología no es solo para perros y gatos, también es para humanos.

“Nosotros también somos animales. Cuando entendemos nuestras propias conductas y emociones, podemos comprender mejor a las familias multiespecie que atendemos”, explica con calma y convicción.

Es ahí donde su enfoque clínico se expande al plano social. La etología se vuelve entonces una herramienta no solo de diagnóstico, sino de reconciliación entre las expectativas humanas y las realidades animales.

Su visión sobre la industria: más colaboración, menos ego

Con voz pausada pero firme, Vanesa le lanza un mensaje a sus colegas:

“Hay muchos veterinarios con información valiosísima, con casos clínicos hermosos y buenas prácticas que nadie conoce porque no se animan a mostrar su trabajo en redes. ¡Salgan! ¡Cuéntenlo!”

Sus llamados más contundentes al gremio:

  • Mostrar el trabajo clínico con ética en redes sociales
  • Profundizar en etología para mejorar la atención integral
  • Promover el bienestar de todo el núcleo familiar, no solo del paciente animal
  • Tratarse con más cariño entre colegas
  • Construir un verdadero gremio unido

Ser mujer en la industria veterinaria

Vanesa no alza la voz por protagonismo, sino por convicción. Como mujer en una profesión donde las salas de espera están llenas de mujeres, pero los cargos directivos siguen siendo mayoritariamente masculinos, ella encarna otra forma de liderazgo: horizontal, compasivo y basado en el conocimiento.

“Ser mujer en esta industria no ha sido fácil, pero tampoco quiero que sea motivo de lástima. Prefiero que se convierta en inspiración para otras colegas que saben que sí se puede liderar con empatía y rigor técnico”.

De Caldas al corazón del Eje: legado, convicción y futuro

Vanesa eligió no migrar a una gran ciudad ni trabajar solo para una multinacional. Decidió quedarse en el Eje Cafetero, hacer empresa, formar equipo, crear comunidad. Y desde allí está transformando lo que significa ser veterinaria.

Su legado comienza así:

  • Formar nuevos profesionales desde la práctica, enseñando con el ejemplo
  • Demostrar que la medicina preventiva y el bienestar animal no son moda, sino el futuro de la clínica
  • Promover el conocimiento científico con humildad y sin pedantería
  • Recordarle al gremio que la competencia no debería borrar la colaboración

Palabras finales: un mensaje a la industria de mascotas

En nuestra entrevista para Pet Industry, al final de la conversación, Vanesa mira a la cámara con serenidad y deja un mensaje que es también una invitación al alma:

“Aprender más sobre etología mejora la vida del paciente, del tutor, de la familia… y también la nuestra como médicos veterinarios. Pero sobre todo, no olvidemos ser más amables entre nosotros. Algún día lograremos un gremio bonito, unido, donde la empatía sea parte del protocolo clínico.”

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