Cómo la fatiga por compasión afecta a los veterinarios en Colombia y qué hacer al respecto 

En los centros veterinarios colombianos, el día empieza antes de lo previsto. Las urgencias, llamadas telefónicas, citas imprevistas y tareas administrativas llenan la jornada incluso antes de atender las citas programadas. La falta de personal en la mayoría de clínicas veterinarias del país agrava esta situación. Según datos internacionales, el 91% de los veterinarios señalan la insuficiencia de personal como su mayor desafío. 

Además, los retos no terminan ahí. La carga mental de tratar pacientes enfermos o en estado crítico es constante, lo que lleva a una condición conocida como fatiga por compasión. Este fenómeno va más allá del agotamiento físico; es un trauma emocional causado por el esfuerzo diario de cuidar a los animales y gestionar las emociones de los tutores. 

¿Qué es la fatiga por compasión? 

La fatiga por compasión se genera cuando el estrés acumulado de atender casos complejos afecta el bienestar mental y emocional de los profesionales. Este problema se intensifica en Colombia, donde las clínicas suelen trabajar con recursos limitados y, a menudo, enfrentan restricciones financieras por parte de los clientes. 

Además de la presión profesional, los veterinarios deben lidiar con las emociones de los tutores, quienes muchas veces proyectan su ansiedad o frustración en el personal clínico. Esto genera una dinámica compleja, ya que los veterinarios buscan ofrecer soluciones mientras enfrentan desacuerdos, limitaciones económicas y expectativas irreales. 

Estrategias para mitigar la fatiga por compasión 

  1. Fortalece el equipo de trabajo: Promueve un ambiente de apoyo mutuo entre compañeros, estableciendo rutinas para compartir cargas y aprender a priorizar tareas. 
  1. Capacitación continua: Implementa talleres sobre manejo del estrés y comunicación efectiva con los tutores para mejorar la interacción y reducir la tensión emocional. 
  1. Cuida la salud mental: Integra prácticas como pausas activas, acceso a terapias psicológicas y un plan de bienestar para el equipo veterinario. 
  1. Reestructura las jornadas: Ajusta horarios para evitar el desgaste extremo y fomenta una adecuada desconexión laboral. 
  1. Empatía profesional: Escuchar a los clientes desde una perspectiva comprensiva puede reducir la tensión, generando un espacio de entendimiento y colaboración. 

Un llamado a la comunidad veterinaria 

Es fundamental que la industria veterinaria en Colombia reconozca y aborde el impacto de la fatiga por compasión en sus profesionales. Solo trabajando juntos, como sector, será posible construir un entorno más saludable y sostenible para quienes dedican su vida al bienestar animal. 

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