El rol del groomer como aliado en la conducta canina: Más allá del corte de pelo
Los groomers no solo tienen el privilegio de embellecer a las mascotas, sino también la oportunidad de detectar problemas de conducta que podrían estar afectando la relación entre el perro y su familia. En este artículo, exploraremos cómo los groomers pueden convertirse en aliados clave para dueños de perros que enfrentan desafíos de comportamiento, ofreciendo soluciones que refuercen tanto el vínculo con sus mascotas como la confianza en su profesionalismo.
¿Por qué los dueños se sienten culpables?
Es común que los dueños de perros se culpen por los problemas de comportamiento de sus mascotas. Creen que deberían ser capaces de controlarlos de manera natural, basándose en la percepción cultural de que “todos pueden manejar un perro”. Sin embargo, entrenar a un perro requiere habilidades específicas que no todos poseen. Esta culpa puede llevarlos a evitar buscar ayuda, perpetuando los problemas.
La verdad sobre los perros «difíciles»
La realidad es que muchos perros no «necesitan» entrenamiento porque se adaptan fácilmente a la vida familiar. Sin embargo, cuando un perro muestra comportamientos desafiantes como saltar sobre los invitados, destruir objetos o ladrar excesivamente, los dueños suelen sentirse avergonzados y atrapados, especialmente si han probado métodos que no funcionan.
El papel del groomer como primera línea de apoyo
Como groomer, tienes una relación constante con los perros y sus dueños. Esto te coloca en una posición privilegiada para identificar problemas de comportamiento que podrían ser abordados con el apoyo de un entrenador capacitado. Al referir a un entrenador, es esencial recomendar a alguien que sea empático, práctico y que ofrezca soluciones adaptadas al estilo de vida del cliente.
¿Qué buscar en un entrenador de referencia?
- Empatía con los dueños: Un buen entrenador no culpa al cliente ni al perro. Entiende que los dueños están buscando ayuda y se esfuerza por ofrecer soluciones efectivas.
- Resultados inmediatos y seguros: Aunque algunos comportamientos como el control de esfínteres pueden tomar tiempo, los entrenadores deben ofrecer herramientas para manejar situaciones críticas de manera inmediata y humana.
- Adaptación a las necesidades del cliente: No todos los dueños tienen tiempo o recursos para seguir métodos largos y complejos. Un entrenador efectivo debe ajustar sus técnicas al entorno familiar del cliente.
Cómo puedes marcar la diferencia
Tu intervención puede ser crucial para evitar que un dueño se rinda y decida reubicar a su perro. Algunas acciones clave que puedes tomar incluyen:
- Conversaciones abiertas: Pregunta a los dueños sobre el comportamiento de sus perros durante las visitas al salón.
- Referencias confiables: Conecta a los dueños con entrenadores calificados y empáticos.
- Educación básica: Comparte consejos prácticos y rápidos sobre cómo abordar problemas comunes, como evitar saltos o reducir el estrés del perro.
Crear un círculo de apoyo integral
Como groomer, no solo embelleces a las mascotas, sino que también puedes ser un pilar para mantener a las familias y sus perros unidos. Al detectar problemas de comportamiento y conectar a los dueños con soluciones efectivas, refuerzas tu rol como un profesional integral que se preocupa por el bienestar general de las mascotas y sus dueños.