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El bienestar del veterinario: consejos prácticos para evitar el agotamiento profesional 

Por: Dra. Cecilia Henríquez Coronado, MV, MSc, Asesora, docente y conferencista: E-Salud Animal, Telemedicina, Innovación, Gestión, Marketing, Bienestar y Empoderamiento Veterinario.

La profesión veterinaria es innegablemente una de las más gratificantes que existen, sin embargo, también puede ser muy exigente, tanto física como emocionalmente. Los médicos veterinarios pueden experimentar agotamiento profesional debido a una variedad de factores, como carga laboral excesiva y largas horas de trabajo, carga ética y moral, falta de reconocimiento, complejidad de los casos clínicos, exposición a la muerte y al sufrimiento de los animales, presión financiera, escasez de recursos, problemas para equilibrar el trabajo y la vida personal, etc. Si no se toman medidas a tiempo, todo esto puede llevar a un estado de agotamiento «acumulativo», que puede afectar negativamente la salud física y mental.  

Es fundamental comprender que el bienestar veterinario no solo influye en el profesional, sino que también tiene un profundo efecto en la calidad de la atención proporcionada a los clientes y pacientes. En este artículo, se proponen diferentes consejos prácticos que pueden ser implementados para prevenir y contrarrestar el agotamiento profesional, a la vez que se fomenta un estilo de vida más equilibrado y gratificante para los médicos veterinarios. 

1. Establecer límites claros 

  • Aprende a decir no a ciertos clientes y cuando te sientas abrumado por la carga de trabajo. 
     
  • Define horarios de trabajo razonables y respétalos.   
     
  • Establece límites claros comunicando a tus clientes tu horario de atención y la disponibilidad para llamadas, enfatiza la importancia de respetar esos tiempos para un mejor servicio. 
     
  • Fija límites de tiempo para consultas médicas según el motivo y la complejidad y limita la cantidad de pacientes atendidos por día. 
     
  • Define prioridades para identificar las tareas más importantes y urgentes, y delegar o planificar las demás en función de su importancia real.  

2. Practicar el autocuidado 

  • Programa y dedica tiempo fuera del trabajo en actividades que disfrutes y te relajen. 
     
  • Prioriza el tiempo para el autocuidado, como hacer ejercicio regular, meditar, comer bien y descansar lo suficiente.  
  •  Desarrolla pasatiempos e intereses fuera de la medicina veterinaria para equilibrar la vida personal y profesional. 

3. Fomentar el trabajo en equipo 

  • Colabora con colegas y comparte casos difíciles, experiencias, consejos, desafíos para obtener diferentes puntos de vista. 
     
  • Delega tareas de forma efectiva cuando sea posible para evitar la sobrecarga de trabajo. 

4. Comunicación efectiva 

  • Desarrolla habilidades de comunicación con los propietarios de mascotas y el equipo, para transmitir información de manera clara y comprensible. 
     
  • Practica la empatía y asertividad al tratar con clientes en situaciones emocionalmente fuertes (ej.: muerte de la mascota). 

5. Aprender a manejar el estrés 

  • Descubre técnicas de manejo del estrés, como la respiración profunda y la visualización, para reducir la ansiedad en momentos de presión. 
     
  • Considera la posibilidad de aprender técnicas antiestrés como mindfulness, meditación o yoga. 

6. Establecer metas realistas 

  • Define metas profesionales específicas, alcanzables y medibles.  
     
  • Reconoce y celebra tanto tus logros más pequeños como los avances en el tratamiento de los animales, considerándolos fuentes de satisfacción y motivación. 
  •  Nunca olvides el impacto de tu trabajo en la calidad de vida y la salud de innumerables animales, así como en la vida de todas las familias a las que has brindado tu ayuda. 

7. Equilibrar la carga emocional 

  • Reconoce y aborda la carga emocional asociada con la profesión veterinaria cómo la exposición constante a enfermedades graves, heridas y la muerte de pacientes. 
     
  • Mantén en mente la razón por la cual elegiste la profesión veterinaria: el amor y cuidado por los animales. 
     
  • No te tomes de forma “personal” las críticas o comentarios negativos de los clientes. 
     
  • Acepta que no podemos salvar a todos nuestros pacientes y que siempre “hacemos lo mejor que podemos”. 
     
  • Busca apoyo y soporte emocional de colegas, supervisores o profesionales de la salud mental cuando sea necesario. 

8. Desarrollar una red de apoyo 

  • Cultiva relaciones positivas con colegas, amigos y familiares. Evita el aislamiento social. 
     
  • Participa en grupos de apoyo o comunidades en línea y conecta con otros profesionales veterinarios. 
     
  • Genera iniciativas de encuentros, grupos o comunidades de networking e intercambio profesional. 

9. Reconocer las señales de agotamiento 

  • Identifica los signos de agotamiento, como fatiga constante, apatía y desinterés, dolores musculares y tensiones, irritabilidad y cambios de humor, dificultad para concentrarte, disminución del rendimiento, ansiedad y cambios en el apetito, entre otros. 
     
  • Presta atención a los errores frecuentes en tu trabajo o en tus actividades diarias. Los fallos inusuales pueden ser un signo de falta de concentración debido al agotamiento.  
     
  • Toma medidas preventivas cuando se detecten estas señales, como tomarse un tiempo libre, vacaciones, desconectarse del trabajo o hablar con tus supervisores. 

10. Desarrollar la resiliencia 

  • Mejora esa capacidad resiliente única de los médicos veterinarios para enfrentar desafíos, sobreponerse, aprender y crecer a partir de las dificultades, transformando la presión en motivación y las situaciones complejas en oportunidades de aprendizaje. 
     
  • Aprende de los errores, en lugar de verlos como fracasos, considéralos como oportunidades de aprendizaje. Analiza lo que salió mal y cómo puedes mejorar en el futuro. 

Nuestra profesión es un camino lleno de desafíos y recompensas, y el bienestar veterinario es clave para brindar la mejor atención a nuestros pacientes y disfrutar de nuestra vocación de manera gratificante. Recuerda siempre que cuidar de ti mismo no solo es un derecho, sino también una responsabilidad, y es una parte esencial de cómo cuidamos a los demás. A través de la práctica constante del autocuidado la Vetsiliencia y la aplicación de estos consejos, estás forjando los cimientos de una carrera que perdurará en el tiempo y dejará huellas duraderas en la vida de aquellos seres indefensos a quienes servimos con pasión. Así que sigue adelante con la certeza de que cuidar de ti mismo te permitirá cuidar de tus queridos pacientes de la mejor manera posible. ¡Tu salud y bienestar merecen ser prioridades en esta hermosa travesía veterinaria! 

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