¿Cómo asignar los costos en mi negocio de grooming?
En las peluquerías y estéticas para mascotas, uno de los mayores retos de gestión es saber asignar correctamente los costos. No se trata solo de cobrar un baño o un corte bonito, sino de garantizar que cada servicio realmente deje utilidad y que el negocio no pierda competitividad en medio de la “guerra del centavo”.
Gasto vs. Costo en grooming
- Gasto: Son los desembolsos que permiten que el local funcione, pero que no están ligados directamente a cada servicio. Ejemplo: arriendo, servicios públicos, publicidad en redes sociales.
- Costo: Son los recursos directamente invertidos en la prestación del servicio. Por ejemplo, el shampoo, las toallas desechables, el uso de la máquina de secado o la mano de obra del estilista.
Distinguir estos dos conceptos es vital para no sobrestimar las utilidades.
Costos fijos y variables
- Costos fijos: Se mantienen estables, sin importar si entran 5 o 50 perros al día. Aquí entran el arriendo, los salarios base, la póliza de seguros o la plataforma de reservas online.
- Costos variables: Cambian según el número de mascotas atendidas. Ejemplos: guantes, productos de higiene, gasas, shampoo, snacks de recompensa.
Separarlos te permite calcular tu punto de equilibrio y saber exactamente a partir de qué nivel de facturación tu peluquería empieza a generar utilidades.
El punto de equilibrio aplicado al grooming
La fórmula es la misma:
Punto de Equilibrio (P.E.) = Costos Fijos ÷ [1 – (Costos Variables ÷ Ventas Totales)]
Con este cálculo, podrás saber cuántos baños o cortes debes realizar en un mes para cubrir tus costos y no perder dinero.
El riesgo del “inventario atrapado”
En grooming, este error aparece cuando se compra en exceso productos de bajo movimiento: shampoos especializados que se usan poco, accesorios de temporada o maquinaria que se paga a plazos pero se usa de manera limitada.
El resultado: dinero inmovilizado que pudo invertirse en campañas de atracción de clientes o en capacitación del personal.
Plan de acción inmediato: la “tabla de rentabilidad por servicio”
Aquí un ejercicio práctico que puedes aplicar mañana mismo en tu negocio:
- Lista tus principales servicios.
- Baño estándar, baño medicado, corte de raza, spa canino, trimming de gato, etc.
- Asigna los costos directos a cada uno.
- Ejemplo para un baño estándar: shampoo + guantes + agua + electricidad + tiempo del groomer.
- Resta estos costos al precio de venta.
- El resultado es tu margen de rentabilidad real.
- Toma decisiones inmediatas.
- Si un servicio es muy demandado pero deja margen bajo, revisa su precio.
- Si un servicio casi no se mueve y tiene alto costo, considera promocionarlo, paquetizarlo o retirarlo del menú.
La rentabilidad de una peluquería para mascotas no depende solo del volumen de clientes, sino de entender qué servicios dejan utilidad real y cuáles están drenando los recursos.
Una gestión de costos clara convierte un negocio de grooming en una empresa sostenible, capaz de crecer en el tiempo sin descuidar la calidad del servicio.
