2026: el año en que la desparasitación se convierte en estrategia, no en “producto más”

En menos de una década, la industria de animales de compañía en Latinoamérica pasó de ser “la categoría simpática” dentro del portafolio de consumo masivo, a convertirse en uno de los motores más dinámicos de la región.

Mientras las economías latinoamericanas difícilmente superan crecimientos del 4 % anual, el negocio pet —sin contar alimento— se mueve en rangos cercanos al 19–20 %. La brecha es brutal: estamos hablando de un sector que crece entre 15 y 16 puntos por encima del PIB.

Ese fue el punto de partida de la conversación entre Alexander Peña, director de Pet Industry, y Andrés Díaz, Pet Health Marketing Manager para la región CASA (Central and South America, excepto Brasil) en Elanco Animal Health, en un nuevo episodio de Pet Industry, con los de la industria.

Detrás de los números quedó claro algo:
2026 no es “otro año más” del calendario. Es un año bisagra.
Un punto donde la categoría de parasiticidas y la salud preventiva pueden decidir qué empresas jugarán en grandes ligas… y cuáles seguirán sobreviviendo a punta de venta ocasional.

Este artículo recoge y organiza —al estilo Forbes / The Economist— las ideas clave del live, pero sobre todo las implicaciones estratégicas para clínicas, pet shops, groomers, guarderías, colegios y distribuidores que hoy están planificando su próximo año.


1. Un mercado que ya no es “boom”: es estructura

La primera afirmación de Andrés es incómoda para quien todavía vive con la mentalidad del “boom de las mascotas”: ese boom ya pasó; ahora hay mercado estructurado.

Algunos datos de la región CASA que compartió:

  • Aproximadamente 65 % de los hogares tienen al menos una mascota (perro o gato).
  • En muchos países, el gasto mensual por mascota ronda los 100 dólares como promedio estimado.
  • La relación perro–gato, en hogares, se mueve cerca de 60/40.
  • Sin embargo, cuando se mide gasto, el panorama cambia:
    • 85 % del gasto se concentra en perros.
    • Solo 15 % va a gatos.

Es decir: los gatos ya son una masa crítica en número, pero todavía no lo son en inversión. La brecha es gigantesca y habla de una oportunidad que aún no se ha capturado.

Si se mira solo el mercado de medicamentos para mascotas (sin incluir alimentos), el mapa se ve así:

  • Región CASA (18 países, de Guatemala a Argentina, sin Brasil):
    • Aproximadamente 600 millones de dólares anuales en medicamentos para perros y gatos.
  • Colombia:
    • Entre 85 y 90 millones de dólares, lo que la ubica dentro del grupo de cuatro mercados fuertes junto con Chile, Argentina y Perú, que en conjunto concentran alrededor del 40 % de las ventas regionales.

La conclusión es sencilla y contundente:
esto ya no es un nicho simpático; es una industria que compite por capital, talento y tiempo directivo al nivel de cualquier otra categoría de salud o consumo.


2. La mitad del negocio está en los parasiticidas

De esos 600 millones de dólares regionales en medicamentos, alrededor del 56 % corresponde a una sola macro–categoría: parasiticidas.

Más de la mitad del dinero que se mueve en medicamentos para perros y gatos en la región se juega en tres familias de productos:

  1. Ecto–parasiticidas (parásitos externos)
    • Productos que controlan pulgas, garrapatas y sarna.
    • Ejemplo de referencia: las tabletas mensuales que muchos puntos de venta ya conocen para control externo en perros y gatos.
    • Históricamente han sido la categoría más grande dentro de parasiticidas. Aproximadamente la mitad de esa subcategoría sigue siendo ecto puro.
  2. Endo–parasiticidas (parásitos internos)
    • La desparasitación “clásica”: pastillas o jarabes para nemátodos, cestodos y otros parásitos internos.
    • Lo que el mercado ha manejado por décadas como “la pastilla de desparasitar”.
  3. Endecto–parasiticidas (internos + externos en un solo producto)
    • La categoría que está redefiniendo el juego.
    • Un solo producto que trata parásitos internos y externos al mismo tiempo, con presentaciones palatables tipo premio.

Lo interesante no es solo cómo se reparte el mercado hoy, sino hacia dónde se está moviendo:

  • En mercados desarrollados como Estados Unidos o Europa, la categoría de ecto–parasiticidas ya frenó su ritmo de crecimiento y se mueve en rangos del 2–3 % anual.
  • En cambio, los endecto–parasiticidas crecen por encima del 20 % en esos mercados.
  • En Latinoamérica, el pronóstico es aún más agresivo:
    crecimientos superiores al 35 % para la categoría endecto en los próximos años.

Traducido al lenguaje empresarial:

“Si hoy sigues pensando tu negocio de parasiticidas solo en clave ‘pulgas y garrapatas’, estás invirtiendo en el pasado de la categoría, no en su futuro.”


3. La gran brecha de cumplimiento: dónde está el dinero que nadie está tomando

El dato más incómodo de la conversación no fue de crecimiento, sino de incumplimiento.

Andrés compartió el caso de Colombia como ejemplo concreto:

  • El mercado de parasiticidas en Colombia mueve alrededor de 55 millones de dólares.
  • Eso solo alcanza para tratar al 22 % de las mascotas del país.
  • Y esas mascotas tratadas, en promedio, reciben únicamente tres meses de tratamiento al año.

Es decir:

  • 78 % de las mascotas no recibe ningún esquema de desparasitación o control de pulgas y garrapatas.
  • El 22 % que sí recibe algo, lo hace solo una cuarta parte del año, cuando la recomendación es 12 meses continuos, más aún en países tropicales con presencia permanente de vectores.

Si se modelara un escenario de 50 % de mascotas tratadas, con 12 meses de tratamiento, el mercado colombiano de parasiticidas no sería de 55 millones, sino fácilmente de 200 millones de dólares o más.

Y esto no es solo una oportunidad económica. También es un problema sanitario y una bomba de tiempo reputacional para los establecimientos que no educan al propietario sobre riesgos de:

  • Enfermedades transmitidas por garrapatas (ehrlichiosis, babesiosis, etc.).
  • Parásitos internos con impacto en salud animal y potencial zoonótico.
  • Exposición crónica en hogares donde la mascota comparte cama o sofá con personas.

El punto de Andrés es directo:
la limitante no es tanto el bolsillo del propietario, sino los supuestos del punto de venta.

Muchos equipos de clínicas y pet shops entran a la conversación pensando “la economía está dura, mejor ofrezcamos lo más barato”, cuando en la práctica:

  • La mayoría de propietarios está dispuesta a hacer esfuerzos económicos significativos por la salud de su mascota.
  • Lo que sí necesita es información clara, riesgo explicado en lenguaje cotidiano y recomendaciones sólidas basadas en productos con respaldo e investigación.

4. Perros longevos, gatos complejos: la segunda ola del negocio farmacéutico

La otra cara del crecimiento es la longevidad.

Hace décadas, un perro de 10 años ya se consideraba “viejo” y un gato de más de 12 años era casi una rareza. Hoy:

  • No es extraño ver gatos de 18–20 años.
  • Hay perros que superan los 15–16 años con buena calidad de vida.

Detrás de esto no solo está la mejora en alimentación, sino el acceso a:

  • Antiinflamatorios específicos para dolor crónico por osteoartritis en perros.
  • Medicamentos para enfermedad renal crónica y diabetes en gatos.
  • Manejo dermatológico avanzado en dermatitis atópica y enfermedades inflamatorias de piel.

En términos de categorías, Andrés lo resumió así:

  • La primera categoría en crecimiento sigue siendo parasiticidas.
  • La segunda categoría que más crece es la de farmacéuticos especializados para enfermedades crónicas de mascotas senior.

Para las empresas del canal especializado, esto significa dos cosas:

  1. La pirámide de edad de la población canina y felina se está desplazando hacia arriba.
    • Más pacientes senior = más necesidad de productos específicos, más controles, más acompañamiento.
  2. El modelo de negocio no puede seguir basado solo en “el cachorro y la vacunación básica”.
    • El crecimiento real está en gestionar la vida completa del perro y del gato, desde cachorro hasta geriátrico.

5. El nuevo hogar pet: doble ingreso, menos hijos y más disposición a gastar

La conversación también tocó un fenómeno social que ya es imposible ignorar: los hogares de doble ingreso sin hijos (DIN/DINQI) y los hogares unipersonales donde el perro o el gato es el principal compañero.

Esto tiene consecuencias directas en consumo:

  • Mayor disponibilidad de ingreso para invertir en salud y bienestar de la mascota.
  • Menos resistencia a financiar procedimientos, cirugías o tratamientos costosos.
  • Mayor afinidad con soluciones de conveniencia: productos palatables, combinados, esquemas sencillos de entender.

Por eso categorías como los endecto–parasiticidas palatables encajan tan bien:
un solo producto, una sola toma, una sola marca, un solo recordatorio en el calendario.


6. ¿Quién paga realmente? El sesgo de género en la decisión de compra

Uno de los datos más accionables que Andrés puso sobre la mesa fue este:

  • Aproximadamente 62 % de las compras en la categoría las realiza una mujer.

Históricamente, la cifra era aún más desequilibrada (hasta 80 % en manos de amas de casa). Hoy:

  • La brecha se reduce, pero sigue siendo clara:
    las mujeres siguen liderando la decisión de compra en salud pet.

Eso no es un dato “curioso”; es un dato estratégico:

  • Las mujeres, en términos de rol biológico y cultural, tienden a asumirse como responsables del cuidado, así como lo hacen con los hijos humanos.
  • Un discurso que conecte:
    • Salud de la mascota
    • Riesgos de enfermedades como ehrlichiosis o parásitos intestinales
    • Potenciales impactos en el hogar
      suele generar una respuesta más rápida y decidida a la recomendación profesional.

Mientras tanto, los hombres aparecen con un rol más asociado a proveer y a validar la decisión económica, pero cada vez participan más en la compra directa.

Para clínicas, pet shops y demás actores, la pregunta es simple:

¿Tu comunicación, tu material en punto de venta y tu discurso de asesoría están diseñados para la persona que realmente toma la decisión… o para un perfil genérico que no existe?


7. Canales: de la clínica a la droguería 24/7 (y por qué no hay que entrar en pánico)

El mapa de canales se está volviendo más complejo:

  • Clínicas veterinarias con pet shop, grooming, hotel y guardería.
  • Pet shops con consultorio y servicios veterinarios aliados.
  • Groomers que integran asesoría médica mediante alianzas con profesionales.
  • E–commerce en crecimiento, aunque todavía lejos del peso de Amazon o Chewy en EE. UU.
  • Droguerías humanas que crean divisiones pet, como CruzPet y similares, apalancándose en su logística 24/7.

La reacción natural desde el canal especializado suele ser el miedo:
“la droguería me va a quitar la venta”.

Pero el análisis que plantea Andrés es más frío:

  • Hoy solo 22 % de las mascotas reciben tratamiento parasiticida.
  • La mayoría de propietarios utiliza el producto solo tres meses al año.

El problema no es repartirse el 100 % del pastel:
es que el pastel está subexplotado.

Más puntos de acceso donde el dueño de mascota vea productos, reciba información y se exponga al tema de desparasitación pueden elevar el cumplimiento y hacer crecer toda la categoría.

Eso no significa que el canal especializado sea irrelevante; al contrario:

  • La recomendación profesional sigue siendo el activo más valioso.
  • Ninguna droguería puede replicar la experiencia de valoración clínica, historia del paciente, seguimiento y construcción de plan de salud integral.

Lo que sí obliga es a que clínicas y pet shops salgan del piloto automático:

  • No pueden permitirse que un propietario entre a comprar alimento… y salga solo con una bolsa.
  • Cada contacto debería ser un momento para:
    • Revisar estado de desparasitación y antipulgas.
    • Indagar por signos de dolor o limitación (subir escaleras, saltar, juego).
    • Actualizar datos del paciente y del hogar.

8. De la obsesión por “clientes nuevos” al negocio de la fidelización

Durante años, la pregunta de moda fue:

“¿Qué campaña hago en redes para conseguir más clientes?”

Pauta, volanteo, rifas, descuentos. Todo centrado en captación.

El mensaje de Andrés —que recoge una tendencia global— es claro:
esa etapa ya pasó.

Hoy, el foco se está moviendo hacia:

  • Fidelizar y educar a los clientes actuales.
  • Trabajar la parte final del embudo:
    • Recompra.
    • Frecuencia.
    • Servicios adicionales.
    • Recomendación boca a boca.

Y aquí aparece uno de los activos más subvalorados en la industria:
la base de datos.

En la mayoría de clínicas y pet shops, el flujo es este:

  1. El propietario entra, compra algo, quizá se atiende la mascota.
  2. Paga.
  3. Se va.
  4. Nadie sabe:
    • cuántas mascotas tiene,
    • edades,
    • esquemas de vacunación,
    • periodicidad de visita,
    • si duerme con la mascota,
    • si tiene niños en casa.

La propuesta que se planteó en el live es simple y poderosa:

  • Captar datos básicos en cada interacción.
  • Construir una base de datos mínima pero usable.
  • Activar recordatorios segmentados, por ejemplo:
    • “Estamos pendientes de la salud de Max. Vimos que ya pasó el tiempo para su próxima desparasitación.”
    • “Notamos que la vacuna X está próxima a vencer. ¿Quieres agendar la cita?”

Lejos de ser invasivo, esto se percibe como servicio:

  • El propietario siente que la clínica o el pet shop está cuidando activamente de su mascota.
  • El establecimiento genera tráfico recurrente, no solo ingresos por urgencias o compra ocasional.

Y hay un mensaje clásico del marketing que en este sector se cumple al pie de la letra:

Es mucho más rentable fidelizar a un cliente que captar uno nuevo.


9. Qué hacer con todo esto en 2026: plan de acción para el canal especializado

De la conversación se desprenden varias líneas concretas para quienes hoy están sentados diseñando su plan 2026:

  1. Trate a parasiticidas como un pilar estratégico, no como un “adicional”.
    • Revise su portafolio, participación de ecto, endo y endecto.
    • Defina hacia dónde quiere mover la mezcla en los próximos años.
  2. Rediseñe sus protocolos con base en cumplimiento, no solo en disponibilidad.
    • ¿Cuántos meses al año está realmente protegido el paciente promedio de su clínica?
    • ¿Qué metas de cumplimiento mensual puede plantearse?
  3. Integre la salud del gato como prioridad, no como excepción.
    • En número ya representa hasta el 40 % de hogares.
    • Su participación en gasto (15 %) muestra cuánto se está dejando sobre la mesa.
  4. Formalice su base de datos.
    • Defina un mínimo: nombre de la mascota, especie, edad, esquema de vacunación, esquema de desparasitación, tipo de hogar (niños, adultos, duerme en cama, etc.).
    • Use esa base para comunicaciones post consulta y campañas segmentadas.
  5. Aproveche cada compra de alimento como una oportunidad de conversación en salud.
    • El alimento es la categoría no negociable.
    • Cada bolsa vendida sin haber hablado de parásitos, vacunas o problemas de movilidad es una oportunidad perdida.
  6. Acepte la llegada de nuevos canales y compita con lo que ellos no tienen: relación, criterio y contexto clínico.
    • Las droguerías y el retail ampliarán la exposición de la categoría.
    • Su ventaja competitiva está en el consejo profesional y en el diseño de planes completos de salud.
  7. Ponga la educación en el centro.
    • Desde explicar que un gato indoor también está expuesto a parásitos,
      hasta desmontar mitos como “dividir la pastilla para varios animales” o “efecto rebaño”.

10. El juego de los grandes: qué significa tener a Elanco en la ecuación

Elanco, según explicó Andrés, hoy es:

  • El tercer laboratorio más grande del mundo en esta industria.
  • Una compañía que destina alrededor de 300 millones de dólares anuales a investigación y desarrollo.

En la región CASA, en menos de seis meses desde el lanzamiento de Credelio Plus, ya se posicionó como:

  • La segunda marca más importante dentro de la categoría de endecto–parasiticidas en varios países.

Más allá del dato de marca, lo relevante para la industria es entender el mensaje de fondo:

  • Los grandes laboratorios globales están destinando recursos masivos a:
    • parasiticidas combinados,
    • soluciones palatables,
    • terapias para dolor crónico, riñón, diabetes y otros problemas complejos.

Es decir:
no están apostando a que el mercado pet “se enfríe”.
Están apostando a que se profesionalice.

Para las empresas locales —clínicas, pet shops, groomers, colegios, guarderías— la pregunta no es si estos jugadores estarán o no. Ya están.

La pregunta es:

¿Qué tan alineados están mis planes 2026 con el tipo de mercado que se está construyendo:
más grande, más complejo, más exigente y con más información?


Epílogo: 2026 como prueba de madurez

Si algo dejó claro el episodio de Pet Industry, con los de la industria con Andrés Díaz es que el discurso de “la categoría pet está de moda” se quedó corto.

  • Ya no se trata de moda, sino de estructura económica.
  • Ya no se trata de vender “algo más” en la caja, sino de gestionar portafolios complejos.
  • Ya no se trata solo de “traer gente nueva”, sino de retener, educar y acompañar a hogares multiespecie a lo largo de toda la vida de sus animales.

En ese contexto, 2026 sí será un año decisivo.
No porque vaya a ocurrir un evento dramático, sino porque muchas empresas tendrán que elegir:

  • seguir operando con mentalidad de tienda de barrio que vende producto,
  • o dar el salto a pensar y ejecutar como empresas de servicios de salud y bienestar, con datos, protocolos, segmentación y estrategia.

La buena noticia es que mercado hay de sobra.
El riesgo no es que falten mascotas, sino que falte dirección.

Noticias relacionadas

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Contenido protegido